sábado, 3 de septiembre de 2022

Berta Cáceres en el panteón de los “padres” de la patria.

Hay dos cosas infinitas: el Universo y la estupidez humana.

Y del Universo no estoy seguro.

Albert Einstein


Hoy leí un comentario en Facebook carente de neuronas -como es usual de algunas personas que usan esta red social-. Un “caballero” se estaba preguntando ¿Por qué motivo esta Berta Cáceres en el altar cívico?  Su comentario me sublevó ya que es horroroso que aun se siga pensando que la construcción de un país es cosa de hombres.

El “altar cívico” ha sido un instrumento del machismo y durante años se ha incrustado en los niños y jóvenes la idea de “padres” de la patria, que a mi parecer son idealizados como seres perfectos y casi dioses (grandes trabajos hay sobre esta idea de quitar esa aura sobre los próceres del cual no abordaré en este escrito). Con lo antes planteado no estoy sugiriendo que los próceres sean quitados, al contario. Me permito hacerles una pregunta ¿Qué tanto conocemos sobre las esposas de estos próceres? ¿A qué se dedicaban? ¿Cuál fue su importancia en la historia? ¿Por qué Ellas no aparecen en el relato histórico?  

El hecho de que Berta Cáceres esté en el altar cívico es un mensaje de despatriarcalización sobre la idea de nación. Yo como un enamorado de la historia creo que en el altar cívico debería estar impreso el rostro de grandes mujeres como Teresita Fortín, Clementina, Blanca Jeannette Kawas, Lucia Gamero, Visitación Padilla, Juana Pavón y cientos más, porque una nación no la construyen solo hombres, están también aquellas mujeres que día a día luchan por un mejor país. No sé si con este argumento personal respondí al “caballero” su interrogante, solo diré que a mi parecer deberías tener más Madres de la patria.  

 


lunes, 25 de julio de 2022

LA "IDENTIDAD" NACIONAL


Introducción 

Hace poco una amiga me pidió escribir en tres párrafos algo sobre la Identidad Nacional, para mi esto era y es una tarea difícil por dos motivos. Primero por el limitado espacio al escribir sobre un tema complejo y segundo se me hace difícil  reducir la Identidad Nacional hondureña a un personaje como Lempira. 

En la medida de lo posible intenté demostrar que escribir o hablar sobre la identidad no es algo fácil, no es algo estático y menos algo que se le puede dar una interpretación superficial. Lo intenté, pero considero que no logré el objetivo.


Desarrollo

En Honduras el día de la Identidad Nacional, ha tenido como personaje principal a Lempira. Si bien es cierto, Lempira es un héroe que sobresale por su lucha contra el dominio español, mas no fue el único. La celebración del 20 de julio procura integrar el diverso mosaico cultural hondureño en el que se debe incluir a todos nuestros grupos étnicos. Esta celebración como muchas otras aspira a “la reconstrucción del pasado y los eslabones que lo unen a nuestro presente” (Barahona 2005, 16), ya que solo conociendo nuestro pasado podemos comprender mejor nuestro presente y de esta forma los hondureños podemos cohesionar un sentido de pertenencia e identidad.

En este orden de ideas y siguiendo al historiador Marvin Barahona, podemos entender por identidad nacional como la conciencia compartida por los miembros de una sociedad respecto a su integración y permanencia a una comunidad social específica, que se forja en un marco de referencia temporal determinado, y en un ambiente social específico (Barahona 2002,13). Para ello el sujeto se debe identificar con el objeto en tanto más se asimila a éste y entre más profundos sean los elementos en común, más perfecta y completa podría llegar a ser la identificación con la nación (Romero 1990, 431). Se debe tomar en cuenta que la identidad nacional se hace y rehace con el tiempo, se debilita y fortalece según el grado de dinamismo histórico (Barahona 2002, 14); aquí la importancia de esta celebración, porque permite fortalecer la identidad de nuestros niños y jóvenes.

Considero que para generar un fuerte grado de identidad nacional, se debe abarcar el mosaico cultural hondureño, de hecho, en la medida que logremos esta integración todos los ciudadanos nos podremos identificar con nuestro pasado en común, para así construir una comunidad imaginada en la que cada uno logré un grado de comunión fuerte y sólido (Anderson 1996, 23).


Conclusión (esto no fue enviado)

No sé, ustedes dirán...

¿Se debe hablar de identidad o de identidades?, ¿acaso solo existe un tipo de identidad?

¿Desde dónde se construyen la "identidad"?

¿En que otros espacios de cultura popular se construye la "identidad"?

¿Qué tipo de "identidad" se ha construido en Honduras?

¿Dónde quedan los proto nacionalismo que expresaba Eric Hobsbwm?


Bibliografía

Anderson, B. (1996). La comunidad imaginada. Debate Feminista, 13, 100-103.

Barahona, M. (2002). Evolución histórica de la identidad nacional. Editorial Guaymuras.

Barahona, M. (2005). Honduras en el siglo XX: una síntesis histórica. Editorial Guaymuras.

Romero, R. (1990). Identidad nacional en Honduras una reflexión filosófica (No. 69). Universidad Nacional Autónoma de Honduras, Editorial Universitaria.



domingo, 3 de julio de 2022

Pureza de sangre en el periodo colonial

El presente escrito revisa la solicitud de limpieza de sangre que efectúa Fernando Quintero, ciudadano de Girón, en el Nuevo Reino de Granada. Él acude a este proceso para demostrar su procedencia de hombre blanco y así obtener un mejor estatus en la sociedad de la época. Si bien es cierto la limpieza de sangre es solo uno de los temas presentados en el curso de género e historia, al momento de leer entre líneas el documento y los planteamientos que presentaron los testigos para el caso de Quintero nos permite ver como la categoría de género se hace presente en los documentos coloniales referente a la limpieza de sangre.

Se hace pertinente destacar que el caso se desarrolla en 1763 y seria Luis Francisco de Guzmán, vicario y juez eclesiástico de la parroquia de nuestra señora del socorro, que daría cuenta la petición de Quintero quien recurrió a distintos testimonios para dar fe de la calidad y limpieza de sangre de sus familiares.

El texto presenta aspectos sobre pureza de sangre, el racismo y la conversión en tiempo imperial, y el tema de las mujeres como garantes de pactos.

La pureza de sangre se desarrolló en América por parte de aquellas personas que buscaba un ascenso social en busca de privilegio o poder, se debe mencionar que este procedimiento de validar la pureza de sangre tiene un origen histórico desde el mundo ibérico que servía para identificar las personas tuvieran una descendencia católica, para María Martínez

A mediados del siglo XVI, la ideología de la pureza de sangre había producido una sociedad española obsesionada con la genealogía y, en particular, con la idea de que tener solo antepasados ​​cristianos y, por lo tanto, un “linaje puro”, era el signo crítico de la lealtad de una persona (Martínez 2008, 1).

El proceso de mestizaje fue visto como ilegal durante los siglos XVI y XVII, por ello durante el periodo colonial la limpieza de sangre buscaba demarcar el carácter simbólico, cultural, económico, fenotípico y social, creando una barrera para el ascenso social a través de una vía legal, se debería ser un individuo “limpio”, es decir que no tuviera ascendencia indígena o negra, el color de piel era concebido como un sinónimo de impureza, por otra parte ser blanco o tener descendencia europea era bien visto y le permitía tener un nuevo status social, como expresaran Fisher y O’Hara

Los torpes esfuerzos por clasificar la diversidad racial y étnica, como el sistema de castas español, que comprendía una serie de elaboradas categorías sociales basadas principalmente en la ascendencia y el linaje de un individuo, pueden haber aliviado a algunos colonos, pero las granularidades más finas de la categorización social a menudo tenían poco sentido (Fisher y O’Hara 2009, 4).

Mencionar que a finales del siglo XVIII e inicios del siglo XIX se empieza a marcar un auge en el concepto de raza y en torno a estas categorías se empieza a ver las inteligencias y capacidades humanas. Se evidencia que busca legitimar las prácticas y las clasificaciones dentro de la sociedad, para ello las categorías raciales son "un recurso discursivo que refleja una estructura evidente de la sociedad” (Fisher y O’Hara 2009, 13).

Es interesante percibir que todos los intentos de la monarquía por regularizar la sociedad y clasificar en castas mediante el derecho no fue tan rígido y exitoso, esto debido a que tanto negros como esclavos se fueron familiarizando “con la cultura hispánica y el derecho ibérico, comenzaron a afirmar una identidad como sujetos imperiales con derechos, honores y privilegios” (Fisher y O’Hara 2009, 3).

El documento de limpieza de sangre de Quintero expone algunos elementos para el análisis ya que en uno de sus fragmentos expresa que “Sebastián quintero príncipe fundador que fue de esta jurisdicción; y así mismo conocieron a brigada lopes deadame su legitima mujer y si saben que estos fueron personas nobles” (Giron, 1763, 9). Aquí se busca relacionar a su padre y madre como personas nobles, por ende, se apela a la noción que Fernando Quintero viene de buena descendencia.

Más adelante en ese mismo párrafo establece que “los hijos que tuvieron de este matrimonio fue uno de ellos Lucas Quintero mi padre y si este fue casado con Teodora de Bayona” (Giron, 1763, 9). Concentremos nuestra atención cuando se menciona fue casado, es interesante ya se puede decir que es matrimonio planificado, al centrar nuestra atención en Theodora y revisando los textos vistos demuestra que al ser una mujer de familia noble es puesta en intercambio cuyo objetivo es mantener las relaciones de poder entre ambas familias. Hay que destacar que las mujeres también en este periodo apelaron a la exigencia de sus objetivos mediante procesos legales, no sabremos si en algun momento este fue el caso de Theodora. En este orden de ideas Gauderman expresa que

El uso que hacen las mujeres de medios legales y extralegales para lograr objetivos personales y económicos; sus intentos, a menudo exitosos, de confrontar la violencia física de los hombres, el adulterio, la falta de apoyo financiero y las propuestas de matrimonio rotas; el control de las mujeres sobre la propiedad y su participación en las economías locales (Gauderman 2008, 1).

Es muy posible que Teodora haya sido casada con Lucas Quintero con el propósito de mantener el linaje y el poder patriarcal. Gauderman nos enuncia que el intercambio de mujeres que buscaba fortalecer “los vínculos entre los hombres, […] sigue siendo el paradigma dominante para evaluar las estructuras matrimoniales” (Gauderman 2008, 26).  Otro de los argumentos de esta autora es que el sistema colonial no veía el papel de la mujer como víctimas dentro de las relaciones de jerarquía patriarcal, lo contrario ya que para el sistema colonial no se les veía como víctimas (Gauderman 2008,8).

Las ideas planteadas anteriormente se refuerzan con el comentario que hace Juan Martínez al expresar que conoció a la madre de Lucas Quitero y abuela de Fernando Quintero, el testigo expresa que “Bríjida López de adame que era una mujer noble de buena prosapia que esta era natural de la ciudad de Vélez” (Giron, 1763, 10-11). Cuando establece que es de buena prosapia, de cierta forma argumenta que la descendencia es limpia, pero también pone de evidencia como las mujeres se encontraban inmersas en la reproducción de la jerarquía patriarcal.

Por su parte sobre la madre de Fernando, Juan Martínez expresaría que “Theodora de Bayona Mujer limpia de toda mala Raza Hija de Juan de bayona y fulana ni del que No se acuerda del nombre, pero que eran De buena tente sin macula ninguna” (Giron, 1763, 11). Observamos como Martínez recurre nuevamente al apelativo de limpia, en otras palabras, la pureza de la madre era de vital importancia para poder adquirir el estatus que Quintero buscaba.

Si bien es cierto Juan Calixto, procurador de la real audiencia determinó que las informaciones presentadas por Quintero no eran suficientes, de modo que no se le podía amparar a los Quintero bajo la condición de blancos, la resolución se lee lo siguiente

El Fiscal M. […] da información que se presenta por parte de Fernando quintero, vecino de la ciudad de san juan de girón, Como dada ante juez incompetente no le sufraga para que Se le mantenga en la posición de blanco. SantaFe 24 de ocubre de 1763 (Giron, 1763, 22).

Para finalizar puedo expresar que el documento de limpieza de sangre nos permite ingresar a una descripción de un espacio y tiempo determinado en que los objetivos de la limpieza de sangre, las nociones de raza, las jerarquías patriarcales y el papel que tenía la mujer en el periodo colonial se encuentran presentes.

Bibliografía

Fuente primaria utilizada

Fernando Joseph Quintero vecino de Giron, sobre que se mantega a el y a los suyos en la posesión de blancos”, Giron, 1763. En: AGN Seccion Colonia: Fondo Genealogias Tomo V, ff 729.

http://consulta.archivogeneral.gov.co/ConsultaWeb/imagenes.jsp?id=3052421&idNodoImagen=2686701&total=22&ini=1&fin=20#fakelink

Fuente secundaria

Fisher, Andrew y M. O’Hara, eds. 2009. “Introduction: Racial Identities and Their Interpreters in Colonial Latin America”. En Imperial Subjects, editado por A. Fisher y M. O’Hara, 1-38. Durham y Londres: Duke University Press.

Martínez, María Elena. 2008. Genealogical Fictions. Limpieza de Sangre, Religion, and Gender in Colonial Mexico. Stanford: Stanford University Press.

Gauderman, Kimberly (2004) Women’s Lives in Colonial Quito. Gender, Law and Economy in Spanish America. Austin: University of Texas Press.

Berta Cáceres en el panteón de los “padres” de la patria.

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